BIOGRAFIA

 BIOGRAFIA DE MIKAILA ULMER.-

La historia de Mikaila Ulmer, fundadora de "Me & The Bees Lemonade"

A la edad de 4 años comenzó a vender limonada a partir de una receta que aprendió de su bisabuela. 7 años más tarde se había convertido en millonaria tras lograr un contrato por $11 millones de dólares con una importante cadena de supermercados… ¿cómo lo logró?

La protagonista de esta historia es Mikaila Ulmer, una joven empresaria estadounidense que nació en Austin (Texas) el 28 de septiembre del año 2004.

Su vida como emprendedora comenzó en el año 2009, cuando la chica tenía apenas cuatro años de edad. Sus padres le informaron que pronto se realizaría en la ciudad una feria de negocios para niños y la animaron para que participara. Mikaila aceptó el reto y comenzó a prepararse para el evento.

Mientras pensaba en ideas de productos para vender, ocurrieron dos sucesos que fueron determinantes en el enfoque de su negocio…

Un negocio con propósito

En primer lugar, la emprendedora fue picada por dos abejas. Confiesa que en ese momento se asustó mucho y sintió un fuerte dolor, pero sus padres le contaron acerca del importante rol de las abejas en la polinización y en los ecosistemas y la invitaron a investigar más acerca de estos insectos. Guiada por su curiosidad, empezó a estudiarlas y, desde entonces, desarrolló una gran afinidad por las abejas.

En segundo lugar, el otro hecho que inspiró el emprendimiento de Mikaila fue un libro de recetas de cocina enviado por su bisabuela a su familia en aquellos días. El libro incluía una receta de limonada natural con linaza que llamó particularmente su atención porque se endulzaba con miel de abejas.

Pensó que, si hacía esa limonada con miel comprada a apicultores locales, podría contribuir un poco en ayudar a la población de abejas. Así nació la marca “Me & the Bees Lemonade” (aunque su nombre inicial fue “BeeSweet”). Ya el propósito de la chica no era solamente participar en el concurso, sino hacer algo que tuviese un impacto positivo en el mundo.

Con un enfoque claro y un propósito definido, Mikaila se puso “manos a la obra” para producir sus primeras botellas de limonada. Tras algunas semanas de práctica, estaba lista para salir al mercado.

Llegó el día de la feria y la limonada fue un completo éxito. Recibió comentarios muy positivos y eso la motivó a seguir adelante con su negocio.

Terminada la feria, instaló su propio puesto de venta de limonada al frente de su casa y comenzó a explorar estrategias de distribución, consiguiendo que una pizzería local incluyera la limonada en el menú. Emocionada por haber logrado este acuerdo de distribución, decidió que donaría el 10% de todas sus ganancias a la conservación de las abejas. De hecho, esta es una política que sigue vigente en su empresa hasta el día de hoy.

Conquistando mercados locales y nacionales con su limonada

Inicialmente la joven emprendedora se encargaba de todo en el negocio, pero, a medida que las ventas aumentaban, sintió que necesitaba ayuda y no dudó en acudir a sus padres, quienes contaban con estudios especializados en negocios:

“Yo hacía todo sola al inicio. A medida que el negocio empezó a crecer, tuve que reconocer que no podía hacerlo sola. Ahí fue cuando le pregunté a mis padres cómo conseguir un logo, un fabricante, y distribuir en más tiendas.” –contó Mikaila en una entrevista para BBC News.

Gracias a la ayuda de sus padres, “Me & the Bees Lemonade” logró organizarse mucho mejor y desarrollar una estructura empresarial para seguir creciendo.

Eventualmente, el producto adoptó como lema la frase “Buy a Bottle… Save a Bee” (Compra una botella… Salva una abeja). Un gran acierto por parte la empresa, pues este lema sintetizaba muy bien la razón de ser del negocio y ayudaba a generar un impacto emocional en los clientes.

Tras cuatro años conquistando comercios locales y pequeñas tiendas, Mikaila estaba lista para ir por mercados mucho más grandes.

El gran salto del negocio se produjo cuando la chica tenía apenas nueve años. En ese momento consiguió un contrato para proveerle su producto a la cadena Whole Foods Market:

“Mikaila y su empresa nos llamaron la atención de distintas maneras. Tenía un producto único con un sabor genial, además de una fundadora fuerte y apasionada, y con una importante misión social. Estábamos impresionados con Milaika como joven emprendedora y con su visión de crear consciencia sobre la importancia de las abejas”. –Comentó Jenna Gelgand, representante de Whole Foods Market.

Millonaria con tan solo 11 años

En el año 2015, la emprendedora participó en el programa Shark Tank y logró conseguir $60 mil dólares de inversión por parte del empresario Daymond John, quien además le aportaría de su experiencia para seguir expandiendo el negocio.

En marzo del año 2016, gracias a los buenos resultados de “Me & the Bees Lemonade” en Whole Foods Market, la cadena de supermercados decidió firmar un nuevo contrato con la empresa de limonada por $11 millones de dólares para ampliar la distribución del producto a más de 55 tiendas en Texas, Oklahoma, Arkansas y Louisiana, convirtiendo así a Mikaila en millonaria con tan solo 11 años de edad.

A lo largo de su carrera como empresaria, Mikaila ha recibido decenas de premios y reconocimientos por su empresa y por su labor social ayudando a las abejas, además de que ha sido invitada como panelista en importantes conferencias nacionales para inspirar a otros emprendedores. Su historia ha sido publicada en destacadas revistas de negocios y ha dirigido cientos de talleres en los que habla acerca de emprendimiento y de la importancia del cuidado de las abejas, posicionándose como un referente para empresarios y empresarias de todas las edades.

Actualmente, Mikaila tiene 15 años y continúa siendo una emprendedora bastante inquieta. Ha llegado con sus productos a más de 500 tiendas por todo Estados Unidos y ya superó el millón de botellas de limonada vendidas desde que comenzó. Decidió poner en marcha su propia fundación para el cuidado de las abejas y constantemente está pensando en nuevos productos para conquistar a sus clientes y seguir cumpliendo con su propósito, como una línea de bálsamos labiales infundidos con cera de abejas que lanzó en mayo de este año.

Así concluimos la inspiradora historia de Mikaila Ulmer, una exitosa empresaria que encontró un apasionante propósito desde muy joven y que, con determinación y persistencia, logró convertirlo en un negocio que crece sin parar. En sus propias palabras:

"Siempre digo que es importante soñar como un niño, y que, como niño, es la edad perfecta para comenzar a descubrir lo que disfrutas, probar cosas nuevas y tomar riesgos."


BIOGRAFIA DE MADDIE BRADSHAW.- 

Maddie Bradshaw es un maravilloso ejemplo de posibilidades hechas realidad. Juntó sus ahorros de propinas, regalos, etc., y los invirtió en una idea que la han convertido en Empresaria.
Una historia similar, podría ser la tuya... ¡Atrévete!


1 Idea + 1 Decisión + 1 Acción Inmediata = Resultados Fabulosos



Maddie Bradshaw es una niña de 13 años de edad,  que estudia y juega como todos los niños, pero que tiene una pasión especial por el arte. Maddie quería decorar su casillero de la escuela, pero no encontraba diseños de su agrado y se le ocurrió una idea. Cogió  una chapa de botella usada, dibujó el retrato abstracto de Albert Einstein en su interior, lo fijo con un imán y lo rellenó con resina. Los diseños que elaboró Maddie resultaron ser un éxito en su escuela y a sus compañeros le parecieron fantásticos, tanto que le solicitaron realizar más chapitas decorativas.

Diseñó  chapitas de “Cumpleaños “para su hermana y para sus amigos. Se le ocurrió que los chapitas decoradas también podrían ser útiles para elaborar joyería para niñas.

Tomó un hilo y empezó a elaborar collares, pulseras y adornos intercambiables por medio de un imán.Maddie dice: “Sólo un niño puede saber lo que le gusta a un niño”, En una tienda de su localidad las ofreció para que las vendiesen , donde rápidamente se agotaron en menos de 2 horas: por lo tanto le solicitaron a la niña, de 10 años en aquel entonces, que elaborara  más chapitas  para todas  las sucursales de la tienda.
Hoy, los diseños de Maddie se distribuyen en cientos de almacenes de los Estados Unidos, Canadá, Inglaterra y las Bahamas. Vende más de  50,000 collares y chapas  al mes. Su hermana menor, de  9 años, le ayuda en los diseños y a pintar algunas de las chapas de botellas, y es quien mejor aconseja a Maddie en los gustos de los niños de su edad.

El producto que fue creado casualmente por Maddie se ha convertido en una empresa que obtuvo 1.600.000 dólares   de beneficio al año, superando esta suma este mismo año. Actualmente la empresa tiene  25 personas trabajando para ella  y los diseños se han ampliado a chapas decoradas para corbatas, prendedores del cabello, y cuadernos.
Maddie Bradshaw es un maravilloso ejemplo de posibilidades hechas realidad. Juntó sus ahorros de propinas, regalos, etc., y los invirtió en una idea que la han convertido en Empresaria.



 

BIOGRAFIA DE LOS HERMANOS BRANDON Y SPENCER WHALE


Mientras veía a varios padres en los hospitales empujar los parales intravenosos detrás de los niños que jugaban en los hospitales, Spencer Whale, quien tan solo tenía 6 años pensó que debería haber una mejor manera de hacer esto. Su idea fue diseñar un método para conectar los postes intravenosos directamente a los juguetes.

En su emoción de crear soluciones e inventos, Spencer Whale empezó a investigar junto a sus padres. La madre de Spencer Whale logró obtener el permiso del Hospital de Niños para que este pudiera observar y realizar cuestionarios a los niños, padres y empleados para saber cómo podría ayudarlos.


Lo primero que Spencer Whale notó es que los tubos de los aparejos médicos se enredaban mucho cuando los padres los empujaban mientras sus hijos jugaban por el hospital con carros de juguete. De inmediato Spencer empezó a modificar estos carritos.

Spencer Whale estuvo trabajando y pensando en cómo asegurar los parales médicos a los juguetes, en su mayoría de plástico, para que no se cayeran y su peso fuera soportado. Por suerte, Spencer recibió mucha ayuda de la empresa Step 2 Corp, la cual le donó varios carros de juguete para trabajar, también recibió ayuda de los trabajadores en Duquesne Light, quienes soldaron los juguetes de acuerdo a las instrucciones de Spencer. Spencer procedió a cubrir los aparejos médicos en cintas de colores para hacer los juguetes todavía más llamativos, cosa que contrastaba con los grises colores de los aparejos médicos de los hospitales,

La idea final de Spencer Whale fue crear el KidCare Riding Car en 1998 un carro de pedales lleno de colores que no sólo funciona para llevar los aparejos médicos, también sirve para que los niños puedan entretenerse, divertirse y ejercitarse sin preocuparse por enredarse en los aparatos médicos que deben llevar a todos lados en el hospital.


El KidCare Riding Car permite a los niños viajar a través de los pasillos del hospital sin la necesidad de que los padres los sigan a todos lados, ofreciéndoles mayor libertad y eliminando la preocupación de los padres por los accidentes que pudieran ocurrir.

Su invento fue aceptado rápidamente y generó un impacto tan grande que fue ingresado en la Galería Nacional para los Inventores Americanos Jóvenes en Akron, Ohio. siendo una de las siete personas jóvenes aceptadas para este honor.

Después de ganar un concurso, el joven de Pittsburg vendió su licencia a una empresa para que lo fabricase a gran escala. Hoy en día el juguete es uno de los más populares de las plantas de medicina infantil de varios hospitales de Estados Unidos

¿Son los jóvenes los emprendedores ideales para mejorar la situación de todos los niños alrededor del mundo?

Información clave de nuestra historia:

- En el año 2009, cerca de 64 millones de jóvenes menores de  17 años fueron ingresados a los hospitales en todo el territorio estadounidense.

- Los jóvenes emprendedores tienen algo que los mayores no tienen en su arsenal, un punto de vista diferente. En muchas ocasiones, un problema no llega a recibir una solución hasta que se utiliza otro enfoque, incluso varios problemas no llegan a ser detectados hasta que el punto de vista es alterado; este viene siendo el caso de Spencer Whale con el KidCare Riding Car.

- Ya que algunos problemas que afectan a los niños sólo pueden ser detectados por los mismos jóvenes, el ofrecerle las herramientas para solucionarlos es prácticamente una necesidad para asegurar que la calidad de vida de los mismos sea mejorada. Cabe acotar que debido a que los jóvenes tiene una visión más fresca, inocente y tienen la capacidad de ver el problema con mayor claridad, son ellos los más calificados para hallar una solución y hacer todo lo posible para que esta sea aplicada y erradique el problema de la vida de los jóvenes alrededor del mundo.








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